Salud
«Hay que dormir para engañar al estómago»
Un nuevo estudio revela que el cerebro recibe la sensación de estar lleno más rápido cuando se duerme, aplacando las ganas de comer. En tal sentido, el Dr. Máximo Ravenna reiteró las consecuencias que acarrea no descansar el tiempo necesario y los trastornos de salud a los que conlleva dicha conducta.
Para el especialista “una persona que no se toma el tiempo para dormir como se debe podría aumentar su peso alrededor de cinco kilos por año. Trabajar de noche, vivir en horario nocturno y dormir de día, así como también cambiar permanentemente los tiempos de relajación y la falta de horas de sueño desequilibran todos y cada uno de los puntos de sincronización del cuerpo humano, entre los cuales, obviamente, se encuentra el metabolismo y la asimilación correcta de los alimentos.
Los nervios situados en las paredes musculares alrededor del estómago, cuya función principal es emitir señales para regular la cantidad de comida necesaria y obtener la sensación de plenitud son la base del estudio de un grupo de científicos australianos de la Universidad de Adelaida.
El reciente trabajo destaca que las células del estómago, que operan como una especie de reloj neural para reducir el apetito durante la noche, puede ser la clave para entender la tendencia a la obesidad de las personas que no tienen turnos regulares de trabajo y descanso.
Los investigadores utilizaron ratones de laboratorio para estudiar las respuestas durante un período de 24 horas. Los científicos midieron la actividad de los nervios cuando las paredes del estómago estaban estiradas en intervalos de tres horas entre las 6 de la mañana a las 3 de la madrugada del día siguiente.
Así descubrieron que los nervios eran menos sensibles al estiramiento del estómago cuando los ratones estaban normalmente despiertos, mientras que éstos eran más sensibles cuando los animales estaban dormidos, lo que permitía que el cerebro recibiera la sensación de estar lleno más rápido, aplacando las ganas de comer.
En sintonía con estos resultados, Ravenna explica que “es importante dormir bien, temprano y con un sueño de buena calidad para evitar un incremento de peso porque, de lo contrario, se consumen muchas más calorías durante el día, para compensar la falta de sueño.
Estas oscilaciones diarias las controla el llamado reloj biológico. El trastorno de la sincronía en el ritmo circadiano, que es una de las características del trabajo en turnos nocturnos o de trasnoche, el desajuste que ocurre cuando se viaja en avión largas distancias y los trastornos en las horas de sueño pueden ser algunas de las causas más comunes de sobrepeso y obesidad.
Finalmente, Ravenna dice que “todo el desacople homeostático que genera la falta de descanso trae aparejadas alteraciones en el estado de ánimo, algo que, indirectamente, también puede llevar a comer más para reemplazar la insatisfacción que genera el no poder dormir normalmente” y concluyó en que “en definitiva se genera un círculo vicioso que retroalimenta negativamente ambos estados”.