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Salud

Qué comer en vacaciones: 5 consejos de alimentación para el verano

Las altas temperaturas y el mayor tiempo para reuniones y celebraciones al aire libre a veces provocan que caigamos en excesos y descuidemos la salud

El verano es sinónimo de relax, aire libre y encuentros con amigos y familia. Una estación para disfrutar pero también un momento en el que comemos con horarios flexibles y más desordenados, gracias a que podemos por un tiempo, dejar las rutinas del resto del año y viajar. Por eso, vamos a repasar cinco claves para cuidar la salud en vacaciones y comer rico sin caer en excesos.

1 – Más frutas y verduras

El primer consejo es aumentar el consumo de frutas y verduras de estación. Ellas nos hidratan, nos aportan un montón de nutrientes y, además, no caen tan pesadas como otras comidas elaboradas o panificados.

Te recomiendo siempre que utilices frutas frescas y las cortes y peles en el momento de la preparación, no mucho tiempo antes. Estos días son ideales para consumir alimentos más naturales y frescos como es el caso de las frutas, licuados, batidos, jugos. Podemos, de esa manera, darle un reposo digestivo a nuestro cuerpo para que no aumente tanto la temperatura corporal.

2 – No esperar a tener sed

En segundo lugar, hidradate constantemente, no esperes tener sed. Siempre priorizá agua potable y segura. Si no te gusta puede ser soda, agua con gas o podés preparar algún agua saborizada natural. Tratá de evitar el alcohol y las bebidas cola, el alcohol también deshidrata y perdemos mucho líquido.

3 – Moverse más

En tercer lugar, sumá pasos a tu vida, hay que alejarnos del sedentarismo. Quizás, no es el momento de empezar un ejercicio físico extenuante, pero sí empezar a sumar movimiento con las pequeñas tareas cotidianas. Camina un poco más, subí y bajá escaleras, llevá a pasear al perro, jugá con los chicos en la plaza, lo que te guste.

“Para la longevidad, 150 minutos a la semana de actividad física de intensidad moderada a vigorosa es claramente suficiente”, sostuvo el doctor I-Min Lee, profesora de epidemiología en la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard. La especialista ha estudiado extensamente el movimiento y la salud y ayudó a redactar las pautas actuales de actividad física de la universidad.

4 – Menos ultraprocesados

En cuarto lugar, disminuí el consumo de productos industrializados que están llenos de aditivos, conservantes y sustancias que quizás no son tan convenientes para la salud.

Los alimentos procesados, los que vienen ya listos para ser consumidos suelen tener mayor cantidad de grasas, azúcares y sodio. Sin embargo, esto no significa que sean malos, pero sí es conveniente restringirlos en nuestra alimentación habitual.

Priorizar aquellas naturales, las que vienen de la tierra, las que comían nuestros abuelos, esas que vos podés preparar en forma caserita y elegir cada uno de los ingredientes.

5 – Alejate de las dietas muy restrictivas

Y, por último, número 5, evitá las dietas muy restrictivas y que ponen el foco en el peso, cuyo único objetivo es adelgazar. En la desesperación por bajar de peso, algunas personas pueden recurrir a ciertas dietas mágicas, a consumir productos no recomendados o nocivos, o a eliminar grupos completos de alimentos o incorporar algún tipo de conducta compensatoria que no es beneficiosa para la salud.

Es importante saber que son peligrosas, generan efecto rebote, pueden afectar tu autoestima y no son buenas para tu salud.