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Una deportista con discapacidad posó en lencería para combatir los prejuicios
Tras un accidente quedó paralizada de la cintura para abajo. Comenzó a practicar rugby en silla de ruedas, bicicleta y surf; hoy es oradora motivacional.
En se microsegundo en el que su amiga, sin pensarlo y solo por diversión, la arrojó a la pileta en una fiesta de egresados, nadie se imaginó lo que iba a ocurrir después. En aquella noche de 2010, la broma devino en un grave accidente en el que su cuello y espina dorsal se vieron afectados. Como consecuencia de esto, Rachelle Friedman Chapman quedó paralítica de la cintura para abajo.
Aquella circunstancia dramática que a tantas personas sumiría en un pozo depresivo, muy por el contrario, renovó su motivación para vivir. Se casó (unas semanas después del accidente), comenzó a practicar deportes (rugby en silla de ruedas, bicicleta y surf) y se dedicó, entre otras cosas, a barrer con todos los prejuicios de la sociedad en relación a la sexualidad de las personas discapacitadas. Fue entrevistada por la revista Cosmopolitan y participó en numerosos programas de televisión contando su experiencia en primera persona.
En su página web se la puede ver con una gran sonrisa en varias fotos: acompañada por su marido, el día de su boda y viviendo momentos felices. También dando entrevistas. Se volvió, durante este último tiempo, una oradora motivacional y una autora reconocida.
«Los cuerpos con alguna discapacidad son tan sexys y tan buenos en la cama como los otros cuerpos», declara. Y sus opiniones van directamente dirigidas a aquellos suelen subestimar o no creer que una persona discapacitada no puede ser una «partenaire» ideal.
En una de sus últimas intervenciones públicas, posó en lencería –sin silla de ruedas- para la sección Women del diario The Huffington Post. «Hago esto para aquellos que no pueden ver más allá de la silla de ruedas», dijo. «Lo hago para mostrar de lo que somos capaces como seres sexuados y que no debemos ser subestimados. No estoy haciendo más glamorosa la discapacidad. Mi parálisis es una parte horrible de mi vida y espero una cura. Pero, mientras tanto, necesito amarme a mí misma».