Tenis
Simona Halep, fue elegida como la jugadora de mayor progreso de la temporada.
Luego de reducirse el busto, la rumana Simona Halep pasó de ser 47ª del ranking a 11ª, por lo que fue elegida como la jugadora de mayor progreso de la temporada. Y ganó seis títulos.
Tenía 17 años cuando se consagró en Francia. Roland Garros junior era su sueño desde chiquita, desde que había empezado a fantasear con París como su lugar en el mundo. Era junio del 2008 y Simona Halep, rumana ella, empezaba a mostrar su potencial. Lindo tenis, buenos movimientos, buena derecha, correcto revés, gran saque… Todas cualidades que la llevaron a ganar aquel Grand Slam. Pero había algo que, más allá de sus habilidades con la raqueta, llamaba la atención: su voluptuosidad. Es que la rubia, todavía una adolescente, lucía más de 100 centímetros de busto en un cuerpo de un metro 68 que, lógicamente, la complicaba para jugar al tenis.
El bamboleo cada vez que corría la cancha o ensayaba algún golpe era inevitable e indisimulable. Y no tardó en empezar a hacerse conocida por sus atributos en lugar de por su juego. Hasta tuvo -tiene- sus fanáticos que la seguían, aunque posiblemente pocas veces hayan sabido 40 a cuánto iba o si acababa de pegar un smash o un passing. Las miradas se iban para otro lado.
En ese difícil lugar estaba Halep, llamando la atención por algo que no quería y que, encima, le traía problemas de salud. Porque el tamaño es igual a peso. Y el peso le repercutía en la espalda, con dolores que se le hacían inaguantables. Por eso, en mayo del 2009, decidió operarse para reducirse los pechos. “Es un peso extra demasiado grande y afecta a mi rendimiento, ya que reduce la velocidad de mis movimientos. Me hace sentir incómoda al jugar”, explicaba la rumana unos días antes de pasar por el quirófano, donde los médicos le redujeron el busto de más de 100 centímetros a 90. “Tampoco me gustaban en mi día a día, eh. También me hubiese sacado aunque no fuera deportista”, se encargó de repetir Simona para dejar en claro que no se operó por el tenis y su carrera sino que se operó por ella, algo que a sus seguidores les costó entender: con mensajes y videos subidos a Internet, hasta último momento intentaron convencerla de que no lo hiciera. Pero no pudieron…
Hasta el momento de la cirugía, su mejor tenis lo había mostrado en aquel Roland Garros junior. Después, como pasa con muchas jóvenes promesas, le costó la adaptación. Aunque, claro, por el posoperatorio estuvo fuera de las canchas por unos meses durante el 2009. Después volvió, pero su mejor nivel tardó en regresar. Y recién lo consiguió este año, el mejor de su carrera. Simona comenzó la temporada en el 47º lugar del ranking y lo terminó 11º. Tiene seis títulos en su carrera, todos ganados después de junio del 2013, incluido el Torneo de Campeonas, una suerte de Masters B de fin de temporada que la terminó de colocar a un pasito del top ten, lote al que sólo dos rumanas accedieron en la historia: Virgina Ruzici (8ª) e Irina Spirlea (7ª). Ese es su próximo objetivo.
“Ahora estoy bien, es lo que importa, y no quiero hablar de eso. Estoy bien y ya está”, repite la rumana, que fue elegida como la jugadora de mayor progreso del año. “Estoy en buena forma, siento que mi cuerpo está bien, se mueve con soltura y estoy golpeando bien la pelota. Sólo deseo estar feliz en la cancha”, cierra la rumana.