Si fuera hombre, sería gay

Acostumbrada en los últimos tiempos a resaltar más por lo que hace fuera de las canchas que dentro de ellas, Serena Williams, quinta tenista del mundo y ex número 1, volvió a mostrar su costado más privado. Esta vez mostró su convicción de que, de haber nacido hombre, sería homosexual. Y remarcó su orgullo por ser negra.

«Nunca he querido ser un hombre. Me encanta comprar, vestirme… si fuera un hombre, sería gay. Me encanta ponerme tacos y vestidos ajustados y, además, me encantan los hombres», comenta la tenista en una entrevista publicada hoy en «L’Equipe», que apunta a la vida privada de la tenista, por encima de los aspectos deportivos.

«Siempre he adorado ser una mujer negra. Represento tanto para los afroamericanos y para la gente de color en general que no quiero que eso cambie. Estoy orgullosa de mi negritud. Sé que muchos negros preferirían ser blancos. Me parece una locura. Estoy orgullosa de ser lo que soy», comentó.

Serena, que lleva 14 años como profesional, tiene más de 36 millones de dólares amasados en su carrera solo en premios. Y no duda en confesar que encuentra mucho más placer cuando puede alejarse de la rutina de los entrenamientos. «En enero o en febrero bailé toda la noche. Me encanta. Me siento libre bailando, me siento como todo el mundo», resumió Serena.

En materia de amores, aseguró que ser una de las mejores tenistas de la historia no es necesariamente una ventaja. «No me acuerdo de la primera vez que me enamoré. Pero hace cuatro años amé a un hombre. Rompimos. No es tan fácil tener una vida amorosa estando en el circuito», confesó. Entonces, se sintió triste y «frágil en el interior», con el corazón roto y teniendo que atender las obligaciones de su exitosa carrera.

«No me gustan los hombres frágiles. Me gustan fuertes, los que no lloran nunca», dijo Serena, además de asegurar que en su vida no expone sus emociones y lo retiene todo en el interior.