Jubiladas del deporte a los 22 años

Resulta curioso decir que con tan sólo 22 y 23 años, dos de las gimnastas más importantes de los últimos años pusieron fin a su carrera. Es que en la gimnasia rítmica el tiempo es tirano, y corre más rápido que en la mayoría de los deportes. Es por eso que en la gala de fin de año del club Italiano, en el que ambas entrenaban y enseñan, Dar’ya Shara y Sofía Speratti tuvieron su despedida.

«Es difícil el retiro para una gimnasta, porque nos ‘jubilamos’ jóvenes y tener que rearmar la vida a esta edad es shockeante», dijo Dar’ya tras despedirse con una rutina libre realizada con dos cintas, al ritmo de Edith Piaf y «No me arrepiento de nada». Una adaptación de esa misma rutina que en los Panamericanos de Guadalajara la dejó en un cuarto puesto, a dos milésimas de la medalla de bronce que se llevó su amiga y compatriota Milagros Carrasco Pini.

Nacida en Ucrania, Dar’ya Shara llegó al país en 2000 y retomó su carrera en el CeNARD. Desde que cumplió 18 años y consiguió la ciudadanía argentina, cosechó muchísimos logros internacionales, el primero de ellos en modalidad conjunto en los Juegos Odesur 2006. Campeona nacional en los últimos años, alcanzó el 5° puesto en all-around en los Juegos Panamericanos 2011, último torneo que disputó. En diálogo con canchallena.com , Dar’ya sostuvo que «el bagaje que una tiene después de haber hecho deporte de alto rendimiento, entrenado duro, viajado por el mundo para competir y representar a un país entero, es increíblemente rico y ayuda a poder insertarte con más facilidad en una nueva vida».

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La gala terminó con una rutina que Dar’ya y Sofía realizaron en conjunto, mientras se despedían de cada elemento al compás de «Love of my life», elección para nada casual. Con las emociones a flor de piel, Speratti le dijo a canchallena.com : «recuerdo que empezó la música y por mi cabeza pasó la frase ‘bueno, hasta acá llego todo’, mientras, mil imágenes mías de chica pasaban por mi cabeza. Es sentir realmente que se termina un poco de vida, y si, la vida gimnastica». Y continúa, «es difícil describir en palabras lo que se siente, no sólo con el corazón sino también con la mente y el cuerpo. Porque la Gimnasia es la integridad de todas esas cosas».

Es la misma gimnasta que comenzara su carrera en GEVP y alcanzara la categoría máxima algunos meses antes de que su edad sumara dos dígitos. Disputando durante años el podio nacional, representó al país en numerosos torneos internacionales, y alcanzó medallas tanto en los Juegos Sudamericanos en modalidad individual como en los Juegos Odesur en modalidad conjunto. Una gimnasta versátil, que se destacó por su técnica, potencia y carisma, con el que supo conquistar el cariño de toda la actividad. Sofía se deshace en elogios y agradecimientos a todas las profesoras que la formaron a lo largo de su carrera, y a la familia y amigos que acompañaron el camino, al igual que Dar’ya, con quien compartió incontables horas de entrenamiento en el CeNARD, bajo las órdenes de Galina Aidarkina.

Sofía ahora continuará con el profesorado de educación física y su carrera como entrenadora en el club Italiano. «Creo que alguien que ‘nace’ en la vida de gimnasta no muere nunca. Siempre queda catalogada orgullosamente como «la gimnasta»: en donde se estudie, en donde se trabaje, para los amigos o la familia», sostuvo. Por su parte Shara, quien retomará su postergada carrera de diseño gráfico en la UBA agrega, «ahora trataré de aportar a la gimnasia desde otro lado, formando a nuevas generaciones en el club y tratando de trasmitirles todo el conocimiento que me dio este deporte».