El patrocinio en en deporte femenino se ha disparado un 146%

El impacto del deporte femenino en los últimos años ha sido evidente, tomando cada vez más protagonismo y visibilidad. En lo que va de año se han batido récords que hasta ahora se pensaban imposibles: El Barça consiguió un doble sold out en el Camp Nou en su primer partido femenino en el campo azulgrana y el último gran éxito mundial ha sido la final de la Eurocopa en Wembeley.

Las selecciones de Alemania e Inglaterra consiguieron 87.192 espectadores, lo que supera los 79.115 espectadores del Santiago Bernabéu en 1964, convirtiéndose en la final europea, masculina o femenina, más vista en directo.

Las audiencias mundiales del deporte femenino han aumentado un 542% en comparación con la temporada pasada. En consecuencia, el patrocinio de grandes marcas en el deporte femenino también ha aumentado. Según el informe de Nielsen Sports, el patrocinio ha aumentado en un 146%.

El deporte femenino multiplica su audiencia e impacto

Alice Casolo, Performance Marketing Lead de XChannel, destaca que nos encontramos ante el año del cambio en el deporte. «En lo que llevamos de año hemos visto cómo el deporte femenino ha roto récords de audiencia tanto en estadios como a través de la pantalla. Esto ha desencadenado en que los perfiles de deportistas femeninas, como el caso de Alexia Putelles, sean muy demandados por grandes marcas tanto deportivas como del motor”.

Davide Gazzardi, estratega de marketing de la consultora XChannel, explica que cada vez hay más estudios que muestran las oportunidades para las marcas en el marketing deportivo femenino, «nos encontramos ante un sector comercial sin explotar, con potencial y creciente interés por parte de los consumidores«, indica Gazzardi.

Un estudio realizado por la agencia de marketing deportivo The Space Between señala que las marcas apuestan cada vez más por el deporte femenino, una decisión correcta ya que como señala el estudio, el recuerdo de la marca y la consideración de compra de los productos patrocinados es mayor en mujeres aficionadas al deporte que en los hombres.