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Conocé a Ailén Valente, la única gimnasta argentina que viajará a los Juegos de Río
Tiene sólo 20 años y siempre fue su sueño ir a un Juego Olímpico. Su historia de sacrificio y trabajo.
Lejos de los flashes de un futbolista, sin equivalencias con las estrellas de la NBA y sin el apoyo popular de Las Leonas, la delegación argentina que viajará a defender la celeste y blanca a los Juegos de Río de Janeiro tendrá también otras historias, repletas de sacrificio y trabajo y que persiguen a sol y sombra el sueño de ser un atleta olímpico.
Ailén Valente tiene sólo 20 años y hace un par de semanas se convirtió en la única representante argentina que tendrá la gimnasia en la cita que comenzará en 94 días. Aquel Preolímpico de gimnasia artística, disputado en la Arena de Río, le permitió a la atleta conseguir el ansiado pasaje a su primer Juego Olímpico. Pero su historia comenzó a escribirse mucho antes.
«Practico hace 17 años. Mis papás decían que yo era muy inquieta y lo único que había para hacer a esa edad era gimnasia. Al pasar los años, cada vez me fue gustando más, empecé a competir, me federé y cuando me quise acordar ya era parte de la Selección», relata Ailén en diálogo con minutouno.com
Valente tuvo un gran desempeño en dicho certamen disputado en abril y eso le permitió conseguir una de las 34 plazas que había en juego. «Lo viví con nervios, pero sabía que tenía bastantes chances de quedar dentro de las plazas, así que traté de competir lo mejor posible y sólo quedo esperar a que se dé el resultado. A pesar de tener una falla en viga pude lograr la plaza, y la verdad que fue una alegría inmensa», detalla.
¿El aliciente? Ailén será la única gimnasta argentina que competirá en suelo brasileño, con toda la responsabilidad que eso puede suponer. Sin embargo, admite que no sentirá esa «presión» a la hora de competir: «La verdad es que ser la única no me genera más presión. Uno tiene que tratar de hacer siempre lo mejor, y es lo que trato de hacer, esté sola, como en este caso, o en equipo».
Hasta el momento, la delegación argentina, con 189 atletas confirmados, es la segunda más nutrida de toda la historia, detrás de los 199 que viajaron a Londres 1948. Y dentro de esa nómina, Ailén se ganó su lugar.
«Desde que hago gimnasia siempre fue mi sueño ir a un Juego Olímpico. Se podría decir que hace 4 años fue la última preparación para llegar a esto, pero el objetivo siempre lo tuve», contó.
Como cada atleta amateur en el país, Valente tuvo que resignar muchas cosas para desarrollarse en su disciplina. De hecho, a sus 20 años, lejos está de tener las preocupaciones típicas de una chica de su edad. Sin embargo, se las arregla para combinar su duro entrenamiento con su vida social: novio, amigas y familia no quedan de lado en la conversación.
«Es difícil la alta competencia, pero cuando te acostumbrás ya parece normal y es parte de uno. En mi caso entreno doble turno lunes, martes, jueves y viernes; miércoles y sábados, un turno. Y en los tiempos libres trato de descansar, visitar amigas, estar con mi novio, visitar a la familia. A veces es difícil coordinar, porque tenemos horarios complicados, pero todo se puede organizar, aunque sea en algunos huecos del día», se sincera.
Lógicamente, la vida que eligió Ailén la obligó a resignar varias cosas como, por ejemplo, el siempre esperado viaje de egresados de quinto año. Y por eso, este objetivo cumplido de disputar un Juego Olímpico no hace más que ratificar que el esfuerzo realizado valió la pena.
«Tuve que resignar cumpleaños, viaje de egresados, el último año de colegio darlo libre en vez de cursar. Pero hoy todo lo que resigné por llegar hasta acá, lo volvería a resignar. No me arrepiento de ninguna de mis decisiones, a veces es difícil decidir, pero cuando uno sabe lo que quiere, tiene que elegir», admite.
Pero como toda deportista de elite, Ailén no se conforma con esto y ya está pensando en lo que hará en Río de Janeiro, donde promete «tratar de competir lo mejor posible, subiendo un poco la dificultad en algunos aparatos y quedar en el mejor puesto posible».
Faltan poco más de tres meses para que el espíritu olímpico se apodere del mundo entero. Y allí, en medio de esa numerosa delegación argentina que encabezará el basquetbolista Luis Scola, Ailén Valente intentará disfrutar al máximo el primer sueño cumplido. Sus 20 años, su talento, frescura y, sobre todo, su sacrificio, obligan a tener la certeza de que será el primero de muchos. NR
Fuente: Minutouno