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¿Cómo afronta emocionalmente una deportista el retiro?

La retirada deportiva es un momento inevitable en la carrera de cualquier atleta. Aun así, la mayoría no recibe pautas de cómo afrontar emocionalmente el proceso.

Uno de los momentos más importantes para un deportista de élite es cómo afronta emocionalmente el retiro. Este momento supone un duelo, y si no se resuelve de manera adecuada puede amenazar la salud mental de la persona.

Todos los deportistas saben que en algún momento tendrán que dejar la carrera deportiva, pero a muy pocos se les prepara para ello. Por otro lado, muchos creen que es un evento que no tiene importancia, y que no les costará acostumbrarse al nuevo estilo de vida. Sin embargo, lo más habitual es que provoque alguna perturbación emocional.

No hay una única manera correcta de afrontar emocionalmente el retiro deportivo. Depende de muchos factores, entre ellos la personalidad del deportista o la red de apoyo que tiene a su alrededor. Aun con esto, sí que se pueden deducir algunas pautas comunes que se repiten. A continuación, veremos cómo habitualmente afronta emocionalmente un deportista de élite el retiro.

Busca nuevos proyectos en los que involucrarse

Adolescente que sufre de una obsesión por el deporte

Abandonar el deporte no solo supone tener que dejar una actividad con la que se disfruta. En el caso de los deportistas de élite también significa dejar su medio de vida y la principal fuente de ingresos económicos. Por ello, es comprensible que la mayoría de ellos se involucren en otros proyectos después de acabar su carrera.

Además, el desarrollar nuevos proyectos no solo tiene una función de sustento económico. También es una forma de encontrar propósito a la vida. Cuando el deporte ocupa la mayor parte de tu vida y esto se acaba de un día para otro es normal sentir una sensación de vacío y desamparo. Por ello, encontrar nuevas formas en las que uno puede dedicar sus energías resulta muy gratificante a nivel psicológico.

Incluso, es posible aprovechar toda la experiencia y conocimientos deportivos para invertirlos en el nuevo proyecto personal. Muchos deportistas después de retirarse no abandonan el deporte por completo, sino que fundan centros de entrenamiento para formar a deportistas que quieren seguir su ejemplo.

Lo concibe como un proceso, y no como un evento estático

Es cierto que la retirada deportiva es un momento en la vida del deportista que marca un antes y un después, pero este momento debe concebirse más como un proceso que como un punto estático.

El hecho de concebirlo como un proceso significa aceptar que se compone de diferentes etapas, y que durante estas suceden cambios. Es completamente normal que unos días se esté mejor anímicamente y otros peor. También, lo es sentir que se están haciendo muchos progresos, o por el contrario sentir que uno está completamente perdido.

Aceptar que la retirada deportiva es un proceso es una perspectiva que ayudará a llevarla de una manera más positiva y tranquila. En línea con esto y según un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona, uno de los factores clave que facilitan la transición entre la fase activa y la de retiro es adoptar una perspectiva procesual y dinámica.

Se rodea de gente de su entorno

Cuando una persona está pasando por un momento complicado, lo más habitual es que tienda a replegarse sobre sí mismo, aislándose de su círculo de personas de confianza. A pesar de ser una reacción normal no es nada recomendable, pues encerrarse sobre uno mismo reagudiza las emociones negativas.

Una de las mejores curas para los procesos de duelo es la compañía de otras personas. Esta compañía puede ser por parte de los seres queridos, o por parte de otras personas que están pasando por una situación similar. En ambos casos, resulta muy reconfortante sentir el apoyo de los demás, además de que también sirven como un medio de distracción de las preocupaciones.

Es comprensible que a veces no apetezca forzarse por relacionarse con lo demás. Aun así, a la larga merece la pena hacer el esfuerzo. El estado del ánimo responde de manera muy positiva al contacto con otras personas.

Familia disfrutando unas fiestas saludables.

El deportista preparado afronta emocionalmente el retiro con naturalidad

El retiro deportivo es una etapa inevitable en la vida de cualquier deportista. Esto significa que más que huir de lo que pueda pasar, hay que tratar de aceptar el momento y vivirlo con naturalidad.

Lo anterior no significa que no se permitan sentir emociones negativas. Al contrario, supone tener la capacidad de tolerarlas y darles su propio espacio. También, significa verlas como algo natural y no como algo extraño o patológico.

En resumen, se ha descrito la retirada del deporte como un proceso que al principio se vive como un duelo, pero que más adelante da lugar a un proceso de crecimiento personal. Para finalizar conviene volver a recalcar que es muy recomendable fijarse nuevas metas, ilusiones o proyectos en los que invertir la energía vital.