En Bélgica tienen la pileta más profunda del mundo. Fue ideada por el ingeniero civil John Ceernaerts. Su deseo era tener un gigantesco complejo de buceo interior, con túneles submarinos y cámaras.
Demoró casi 7 años en construirla. Tiene 33 metros de profundidad y el agua se mantiene a 33 grados centígrados gracias a paneles solares. Para llenarla son necesarios 2,5 millones de litros de agua de manantial muy filtrada.
Lo más curioso está cuando uno llega al fondo, donde puede encontrar un montón de caminos, túneles y habitaciones. Existen numerosas ventanas submarinas que permiten a los visitantes externos poder ver el interior y el fondo sin necesidad de sumergirse.
Nemo 33 también cuenta con un restaurante, clases de aquagym, hidroterapia, buceo, paquetes de grupo y mucho más. Para bucear en lo más profundo de la pileta hay que ser mayor de 12 años y realizarlo acompañado de un instructor.