El deporte es más que solo condición física

El positivismo es otro de los beneficios que se adquieren con la práctica deportiva.

Cuando pensamos en deporte o ejercicio siempre viene a nuestra mente esfuerzo físico, sacrificio, músculos, dolor, cansancio, ropa cómoda, tenis y últimamente hidratación, mejores alimentos y sesiones de recuperación.

Sin embargo, el deporte contempla mucho más que eso, pues el ejercicio va más allá de los beneficios físicos o de las habilidades motoras que desarrolla un (a) atleta.

En este sentido hablamos de valores, de desarrollo integral, de principios de integridad humana. Elementos que se construyen en el día a día y que forman personas con un físico admirable, claro, pero además con una fortaleza mental y moral diferente en el mundo, por lo que también al hablar de deporte deberíamos pensar en excelencia, amistad, respeto, pasión, solidaridad, igualdad, fidelidad, libertad, educación, seguridad, autoestima y mucho más, que forman parte de la dignidad humana.

Todos estos valores hacen del deporte algo universal, hacen que se hable en un mismo lenguaje sin necesidad de pronunciar una sola palabra, pero además el deporte ha sido una práctica promotora de paz a través de la historia, razón por la cual, cuando se practica cualquier tipo de ejercicio quien tiene la oportunidad de disfrutarlo es capaz de experimentar una sensación de tranquilidad y bienestar, lo cual se traduce literalmente como la percepción de paz en su vida.

El positivismo es otro de los beneficios que se adquieren con la práctica deportiva. La energía y vitalidad que genera la buena condición física, hace que nos sintamos con más fuerza, con capacidad para trabajar duro y sobre todo con deseos de dar lo mejor de uno mismo, no solo en el ámbito deportivo sino también en el laboral, familiar y social.

El deporte, como se establece en la carta olímpica, tiene una ”filosofía de vida que exalta y combina en un conjunto armónico las cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu”, aliando el deporte con la cultura y la educación, asimismo propone “crear un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor del buen ejemplo y el respeto por los principios éticos fundamentales”.

De tal manera que una persona que practica deporte no se preocupa solo por su salud, sino que también es una persona que respeta a otro, que no discrimina, que es tolerante, responsable y que busca ser cada día un mejor ser humano.

Constantemente más gente en el mundo se ejercita, cuida de su salud y se vuelve más activo, pero quizás no han prestado suficiente atención de la transformación que el deporte va generando diariamente en sus vidas.