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Qué le sucede al cuerpo cuando se ingiere una sola comida al día
La llamada “dieta OMAD” popularizada por las celebridades que la siguen, como Bruce Springsteen y el cantante de Coldplay, Chris Martin, es una versión más peligrosa de los tipos de ayunos. En qué consiste y cuáles son sus riesgos
El ayuno intermitente y la alimentación con restricción de tiempo son algunos de los tipos de alimentación que ganaron adeptos en el último tiempo. Al que se le sumó la “dieta OMAD”, del acrónimo en inglés “one meal a day” (una comida al día), que consiste, como su nombre lo indica, en ingerir todas las calorías del día en un solo menú abundante.
Muchas son las celebridades que popularizaron esta versión más extrema de otros tipos de ayuno, entre ellos Bruce Springsteen y el líder de Coldplay, Chris Martin, quienes afirman que les ayuda a controlar mejor su peso y mantenerse en forma.
Y si bien los partidarios de OMAD dicen que seguir la dieta mejora muchos aspectos de su salud, lo cierto es que se sabe muy poco sobre el efecto que tiene en el cuerpo comer una sola comida al día. Aunque los especialistas sí advierten que la restricción horaria en un plan alimentario que debe seguirse con supervisión médica, porque puede derivar en riesgos para la salud.
Qué sucede en el cuerpo durante el ayuno
Hay diferentes tipos de ayunos: secos, de 12, 14, 16 o 24 horas, pero del que más se habla, porque lo hacen varias celebridades, es el 16/8, esto es, 16 horas en ayuno y ocho horas de alimentación, que según los especialistas debe ser saludable y balanceada.
“Lo que se sabe es que mantenernos libres de alimentación durante algunas horas induce a un reposo digestivo, y ayuda también a tener más percepción de cuándo uno come por hábito y cuándo por hambre real”, explicó a Infobae la licenciada en Nutrición y especialista en nutrigenómica María Cecilia Ponce (MN 3362), quien amplió: “Es una práctica que se puede empezar a tener con ciertos pacientes que buscan ir un poco más allá, no sólo restringir calorías por una cuestión de peso, si no que lo que se va a pretender con la extensión del ayuno es inducir ciertos procesos orgánicos que reparan y detoxifican las células”.
“Lo que ocurre es que a partir de las 14/16 horas se pone en manifiesto ciertos procesos de lo que se llama autofagia, que es como un ‘reciclado’ celular donde la célula se limpia y puede volver a funcionar más correctamente; es un proceso que se da en nuestro cuerpo todo el tiempo, pero darle un reposo digestivo, o sea darle al organismo ese espacio para desintoxicarse y repararse, es necesario para que funcione correctamente”.
Según la especialista, “cuando una persona está sin consumir ningún alimento (ni proteínas, ni glucosa, ni hidratos de carbono, ni grasas) empiezan a disminuir los niveles de insulina, lo cual favorece de alguna manera procesos orgánicos y metabólicos de detoxificación y reparación celular”. Así, al disminuir los niveles de azúcar (porque no se está consumiendo ningún alimento) “se genera a largo plazo mejor sensibilidad a la insulina, la autofagia y regeneración celular, lo cual previene el envejecimiento prematuro”.
También, agregó la experta, “después de esas horas empieza a ponerse de manifiesto la oxidación de los ácidos grasos, empieza a quemarse más grasa y podría ser un factor para disminuir el tejido adiposo corporal, además, al facilitar ese reposo digestivo se produce menos inflamación intestinal y se promueve -después de las 16 horas- la expresión de algunos genes relacionados con la longevidad los cuales empiezan a expresarse más correctamente”.
Cómo funciona la dieta OMAD y cuáles son los riesgos
Ahora bien, la evidencia que respalda el uso de OMAD es limitada. Muy pocos estudios analizaron este tipo extremo de ayuno, y los que lo hicieron se realizaron en animales, publicó The Conversation. Más bien las afirmaciones que aseguran que la dieta funciona se basan en el supuesto de que si otras formas de ayuno pueden beneficiar la salud, OMAD también lo hará.
Hasta ahora, sólo un estudio analizó el efecto de OMAD en humanos. Se trata de un trabajo en el que los participantes recibieron la misma cantidad de calorías para comer cada día; durante la mitad del estudio, consumieron estas calorías en una sola comida, y luego pasaron a comer sus calorías diarias divididas en tres comidas al día.
Según vieron los investigadores, cuando los participantes comieron solo una comida al día, observaron una mayor reducción en su peso corporal y masa grasa. Sin embargo, también tuvieron mayores reducciones en la masa magra y la densidad ósea cuando comían sólo una comida al día. Esto, tal como analizaron los expertos, podría provocar una reducción de la función muscular y un mayor riesgo de fracturas óseas si la dieta se continuara durante un período más prolongado.
Por otro lado, los investigadores destacaron que “alguien que sólo hace una comida al día, le resultará bastante difícil satisfacer todas sus necesidades nutricionales, especialmente de energía, proteínas, fibra y las vitaminas y minerales clave”. “Una persona que siga la dieta OMAD deberá asegurarse de obtener una buena porción de proteínas y muchas verduras, frutos secos, semillas, frutas, cereales integrales y buena ración de lácteos para asegurarse de cubrir sus necesidades de calcio durante su única comida diaria para satisfacer sus requisitos nutricionales.
Los límites del ayuno en el descenso de peso
Un artículo científico presentado a finales de 2022 en la publicación Journal of the American Heart Association señaló que limitar las horas en las que se ingiere comida no contribuye a la reducción de peso. Este estudio observó a 547 individuos y concluyó que el intervalo entre la primera comida y la última, en función de cuándo se despertaban o se acostaban, no tenía impacto en su peso.
Lo que realmente tenía un efecto era la cantidad de comida que consumían: aquellos que comían porciones más grandes o moderadas eran más propensos a aumentar de peso, mientras que los que consumían menos eran más propensos a perderlo.
En ese mismo sentido, expertos de la Universidad Médica del Sur en Guangzhou, China, tras un análisis publicado en The New England Journal of Medicine (NJEM), afirmaron que el ayuno intermitente no mostraba ventajas notables en comparación con simplemente contar calorías para gestionar o disminuir el peso.
Tras 12 meses de seguimiento a dos grupos con diferentes dietas (uno con dieta regular y otro con horas limitadas para comer), los hallazgos mostraron que la disminución promedio de peso no variaba mucho entre ambos grupos (8,0 kg en comparación con 6,3 kg). Tampoco se encontraron variaciones notables en aspectos como grasa corporal, masa sin grasa, presión sanguínea, perfil lipídico o metabolismo insulínico.