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Salud

¿Qué es la tríada de la mujer deportista y cómo afecta esto a su salud?

Huesos débiles, cansancio, ausencia de menstruación y una relación tóxica con la comida son algunos de sus principales síntomas

La tríada de la mujer deportista es como se conoce al síndrome que afecta a las atletas en tres aspectos fundamentales de su salud, lo que las lleva a desarrollar un trastorno alimentario, un trastorno menstrual y osteoporosis. La prevención es clave para evitar que esto suceda, sobre todo en el caso de deportistas menores de edad que todavía están desarrollándose, ya que puede perjudicar su crecimiento.

En el caso de que se produzca, el diagnóstico ha de llegar lo más rápido posible, por lo que hay que prestar atención a cualquier posible síntoma sospechoso de delatar esta patología. Una vez identificada habrá que iniciar un tratamiento que implique la colaboración conjunta del personal médico, incluyendo la terapia psicológica, una evaluación ginecológica apropiada y la intervención de especialistas en nutrición.

¿Cómo afecta a la salud de las mujeres deportistas?

Las atletas que sufren los efectos del síndrome de la tríada de la mujer deportista suelen presentar un cuadro médico que responde a una sintomatología concreta. Estas señales se manifiestan en relación a esos tres factores clave: la alimentación, la menstruación y la salud de los huesos.

Síntomas del síndrome de la tríada de la mujer deportista

  1. Dietas restrictivas.
  2. Atracones de comida.
  3. Vómitos provocados.
  4. Empleo de medicación similar a los laxantes.
  5. Periodos de irregularidades en la menstruación.
  6. Ausencia total de menstruación.
  7. Huesos débiles y tendencia a las fracturas.
  8. Sensación de cansancio.
  9. Pérdida de peso pronunciada.

¿Por qué se produce el síndrome de la tríada de la mujer deportista?

Esta patología suele darse de forma más común en el terreno de la competición, entre atletas que han de lidiar con un alta presión y que se sobre exigen para aumentar aún más su rendimiento deportivo. A estos factores, no obstante, se añaden otros relacionados con la naturaleza del deporte y los requisitos en cuanto imagen que se derivan de la competencia. Es el caso de la natación sincronizada, la gimnasia o la halterofilia, por ejemplo.

Todo ello da lugar a un caldo de cultivo perfecto a través del cual se generarán los trastornos relacionados con la alimentación, que a su vez influirán en la salud ginecológica de las deportistas a causa de una nutrición deficiente. La ingesta insuficiente de nutrientes, así como la excesiva exigencia física a la que el cuerpo se ve sometido, acaban por afectar a su capacidad para regenerar tejidos y mantener los huesos fortalecidos. Y se instaura una permanente sensación de cansancio y de fatiga.

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