Futbol
Piden la renuncia de Rubiales
“El avión de vuelta a España con las campeonas del mundo tuvo, al principio, de todo menos fiesta”, dice la prensa ibérica
Luis Rubiales es un hombre en jaque. El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) puede quedar sentenciado en las próximas horas, tras el revuelo generado por el beso en los labios que le dio a la futbolista Jenni Hermoso, luego del triunfo español en la final del mundial femenino disputada en Sidney (Australia). Tampoco lo ayudan sus gestos obscenos desde el palco oficial. A pesar de que el cuestionado directivo acató el pedido de disculpas públicas del gobierno encabezado por Pedro Sánchez, sus acciones siguen bajo una ola de críticas. Al Ejecutivo le resulta insuficiente y estudia llevarlo a la Justicia ordinaria. La federación, por su parte, tendrá una asamblea urgente el viernes para tratar el tema, y de la que Rubiales espera salir fortalecido.
El diario El País informa este miércoles que el Consejo Superior de Deportes (la máxima autoridad deportiva de España) “recibió la denuncia interpuesta por Miguel Galán, el presidente de la escuela de entrenadores españoles, y tanto los servicios jurídicos del organismo gubernamental como la Abogacía del Estado estudian llevar a Rubiales al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD)”. El rotativo madrileño del Grupo Prisa aporta más información: “Descartada la vía penal porque Jenni Hermoso no hizo la denuncia, la vía administrativa es la que puede concluir el mandato de Rubiales. Para el viernes, el presidente de la federación ha convocado una asamblea extraordinaria en la que pretende recabar el apoyo de los demás dirigentes. La Federación Española aseguró en un comunicado que tras ‘los hechos acontecidos’ en la final ‘están abiertas las diligencias internas de la federación referentes a asuntos de integridad, así como el resto de los protocolos aplicables’”. Traducido: el viernes será el día D para Rubiales: puede quedarse sin el apoyo de sus pares. Y eso podría eyectarlo del cargo que todavía ocupa: es el máximo dirigente del fútbol español.
El Tribunal del Deporte, amplía El País, es el encargado de resolver si las acciones de Rubiales en Australia vulneraron el artículo 104 de la Ley del Deporte en España. Dice el texto que son “muy graves los actos notorios y públicos que atenten a la dignidad o decoro deportivo y los abusos de autoridad”. El beso a Hermoso sin el consentimiento de la futbolista (que apenas se pronunció sobre el tema en un vivo de Instagram tras la final y ya no quiso hablar del asunto) y las imágenes que dieron la vuelta al mundo en las que el dirigente español se toma los genitales en pleno palco oficial pueden encuadrarse en el citado artículo. Y al directivo podría caberle una inhabilitación de entre 2 y 15 años en caso de ser encontrado culpable. Al respecto, El País confirma que el Consejo Superior del Deporte siente “incomodidad por el daño causado a la imagen del deporte español ante la comunidad internacional tras haberse alcanzado un hito en su historia.”.
El periódico del Grupo Prisa informa también que el Ejecutivo español “presionó para que Rubiales renunciara a su cargo”. A la vez, cuenta que Rubiales “resiste amparado en que su quebrantamiento del protocolo no es motivo para dejar el puesto y en que la federación es una entidad privada que no tiene por qué atender peticiones de dimisión de ningún organismo”. Ahora, Rubiales busca el apoyo de sus pares para continuar en su cargo. La asamblea del viernes, entonces, puede ser fundamental para su futuro. Si es que el Poder Ejecutivo no lo sentencia antes.
En este sentido, la vicepresidenta Yolanda Díaz arremetió el martes contra el cuestionado directivo. “Esto es un jefe presionando a una trabajadora para que encubra el abuso que ha sufrido. Es gravísimo y denigra al deporte español. Rubiales debe dimitir de inmediato”, escribió Díaz luego de leer una nota de Relevo, un medio digital deportivo español. En el texto, la periodista Natalia Torrente cuenta al detalle cómo Rubiales intentó influenciar a Hermoso y su familia para que la futbolista apareciera en el video en el que el dirigente pedía disculpas por sus actos; disculpas por el beso no consentido.
“El avión de vuelta a España con las campeonas del mundo tuvo, al principio, de todo menos fiesta”, cuenta Torrente en Relevo. Y continúa: “En el vuelo de Sidney a Doha, donde la expedición hizo escala antes de poner rumbo a Madrid, la Federación Española ya era consciente de que los gestos de Luis Rubiales en la final del Mundial -beso a Jenni y las imágenes tocándose los genitales en el palco- y los insultos a los que le criticaron habían dado la vuelta al mundo, así que puso la maquinaria en marcha. Entre auspiciantes, familiares, el staff, la directiva y las 23 jugadoras, el presidente Luis Rubiales rogó a Jenni Hermoso que saliera con él en un video que grabarían en el aeropuerto de Doha pidiendo disculpas y explicando lo que había sucedido en la entrega de premios”.
Sin embargo, no hubo disculpas conjuntas y Hermoso sólo dijo un par de palabras sobre el incidente con el máximo dirigente de la federación. Fue en su vivo de Instagram, tras la consagración de la selección española en la final disputada ante Inglaterra. “No me ha gustado, pero…¿qué hago?”, se preguntó ante sus seguidores la futbolista de 33 años que milita en el Pachuca mexicano. Fue su única reflexión sobre el tema. Después, mutis por el foro. Ni toda la presión de Rubiales y otros empleados de la federación sobre ella y su familia pudieron conseguir que la jugadora apareciera en el pedido de disculpas.
Incluso circularon declaraciones de Hermoso distribuidas por la federación. Torrente, en Relevo, confirma que esos textuales son falsos. “El entrecomillado atribuido a la futbolista decía: ‘Ha sido un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial. El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento. No se puede dar más vueltas a un gesto de amistad y gratitud, hemos ganado un Mundial y no vamos a desviarnos de lo importante’”. Fueron escritas por el departamento de comunicación de la Federación y difundidas a los medios de comunicación con celeridad, pero ella no se había pronunciado en ese sentido”.
Este miércoles se difundió una nueva fotografía que remarca la manera de conducirse del dirigente. Todo vuelve al mismo lugar: el estadio donde se disputó la final del Mundial. En la imagen, se ve cómo Rubiales carga sobre su espalda a Athenea del Castillo Beivide, una de las campeonas, en un momento de la celebración.
Así, las cartas están jugadas y sobre la mesa: el gobierno y las instituciones deportivas españolas buscan acorralar a Rubiales para forzar su renuncia. El directivo, por su parte, intentará sumar apoyos en una asamblea extraordinaria convocada para el viernes. Sabe que su comportamiento provocó el enojo de miles de españoles y españolas. Y sabe, también, que su futuro está en juego.