Dieta: cinco errores en la elaboración de ensaladas

1. Poner mucha proteína o muy poca. El mundo se divide entre los que se preparan ensaladas solo con hojas y brotes tiernos y verdes y los que ponen dos o tres hoja de lechuga para justificar grandes cantidades de pollo, queso, atún o huevo. Al parecer ni una cosa ni la otra funcionan. Lo mejor es encontrar el punto medio. Las proteínas debe ser una parte esencial de las ensaladas porque ayudan a conseguir antes la sensación de saciedad, aceleran el metabolismo y aportan nutrientes necesarios para mantener saludables la masa muscular, las hormonas, el pelo y la piel. Pero un exceso de proteína no ayudará a perder peso y se acabará acumulando en forma de grasa. Lo ideal es tener una base de verde y añadir menos cantidad de proteínaa. Hay que prestar atención a las porciones y a las proporciones.

2. Poca variedad de vegetales. No parece conveniente hacer una ensalada de una sola hoja. Ahora con las bolsas de ensalada preparadas es más fácil echar mano de las mezclas de hojas que funcionan mejor como ensaladas. Cada planta contiene un único tipo de antioxidante, así que cuanta más variedad tomes, más aprovecharás sus beneficios relacionados con el antienvejecimiento y la protección contra algunos tipos de tumores. Se recomienda mezclar en cada ensalada varios tipos de hojas de colores y texturas diferentes, además de vegetales como el tomate, la lombarda, los pimientos o la cebolla.

3. Muy poca grasa (o demasiada). Otra vez hay que buscar el equilibrio. La grasa es uno de los componentes estructurales de las membranas de las células del cerebro y la piel. No se debe renunciar del todo a ella. Además, las grasas saludables ayudan a reducir la inflamación y te mantienen saciado más tiempo (lo cual evita la tentación de darse atracones entre horas). Pero estos argumentos no valen para aderezar la ensalada con una de esas salsas con mayonesa que tanto te gustan o con otras grasas saturadas. Un estudio realizado hace varios años ya demostró que las personas que solían usar esas salsas en sus ensaladas apenas absorbían los antioxidantes de los vegetales. Si embargo, una sencilla vinagreta hecha en casa puede solucionar el asunto del sabor y la presencia de grasas saludables en la ensalada. También servirá añadir aguacate o nueces. Hay que incluir algo de grasa en la ensalada, pero no cualquier tipo de grasa.

4. Saltarse los carbohidratos. Para conseguir el equilibrio perfecto una ensalada debe tener algo de carbohidratos. No mucho, pero algo. Tal vez un poco de quinoa, o media patata asada. De esta manera la ensalada será más energética y no tendrás que picar entre comidas. Se pierde más peso cuando la ensalada contiene una pequeña porción de hidratos de carbono.

5. Hacer ensaladas aburridas. La gente se cansa enseguida de comer una hoja de lechuga bañada en aceite. Es aburrida e insípida. Sin embargo, se pueden usar hierbas aromáticas como el romero, el cilantro o la menta para dar otro aire y otro sabor a las ensaladas. Una ensalada saludable debe ser un lujo para los sentidos y debe ser apetecible. Si no es así, la batalla está perdida sin apenas haberla empezado.

Fuente: mujerhoy