Actualidad
Los secretos de una gran dupla de tenis
La argentina y la italiana, ya retiradas del circuito, conformaron una pareja que fue N°1 en dobles femenino. Un repaso por sus carreras y sus vidas en este mano a mano
“Pasó el tiempo, ¿no?”, lanza Pennetta. “Sí, ¿y cómo pasó el tiempo para ustedes?”, fue la curiosa respuesta inmediata. Se miran, sonríen y comienza una divertida charla plagada de recuerdos y sobre la nueva vida de quienes fueran N°1 del tenis femenino en dobles.
El Abierto de los Estados Unidos decidió homenajear a Flavia, porque se cumple una década de su consagración en este Grand Slam. Para eso, le prepararon una ceremonia, que vino con una sorpresa muy especial. Esa sorpresa era su amiga y coequiper Gisela Dulko, una dupla que alcanzó el N° 1 del ranking de dobles femenino. De esta manera, Gisela fue la segunda tenista argentina en alcanzar esa posición, después de que lo consiguiera Paola Suárez.
FP- ¡No fue una sorpresa, fue una sorpresota! Muy bonito, porque no me enteré absolutamente de nada, lo hicieron súper bien mi manager Elena, una chica de la WTA y Gise. Yo estaba en el jardín para hacer una entrevista en televisión, como parte de mi trabajo y, de pronto, alguien me tapa los ojos por detrás y yo empiezo a tocar sus manos para ver si es hombre o mujer. La mano era muy finita, así que era una mujer, las quité de mis ojos, giré, la miré y grité tan fuerte que todas las televisiones que estaban en directo se dieron vuelta a ver qué pasaba. “¿Qué pasó?”, se preguntaron, y sólo era yo emocionada de verla.
Gisela y Flavia recorrieron juntas el circuito, su juego y su belleza no pasaban desapercibidas, y ellas llevaron su amistad más allá del tenis, pero un día pensaron por qué no hacerlo dentro de una cancha de tenis, aunque nunca pensaron llegar tan lejos.
GD- Nosotras éramos muy amigas fuera de la cancha y la pasábamos muy bien. Me acuerdo que fue en Hobart, antes del Australian Open, en donde nos anotamos por primera vez. Hacía frío, un viento tremendo y decidimos probar… y creo que nos fue muy bien.
FP- Desde ahí jugamos todos los torneos y empezamos a progresar en el ranking. Siempre nos llevamos muy bien afuera a la cancha y, después, también encontramos que nos llevábamos y nos entendíamos muy bien jugando el doble juntas. Los resultados empezaron a acompañar y no paramos.
Por el pasillo del Media Garden, al lado de la mesa compartida para la charla, pasa una banda y un grupo de porristas que les llama la atención. “¿Qué es eso?”, pregunta Flavia. “Deben ser los que inauguraron la sesión nocturna en el estadio”, responde Gisela, y agrega: “Está Bad Bunny esta noche”.

– ¿Te gusta Bad Bunny?
FP- A ella le gusta, yo acompaño, la acompaño adonde sea. A mí me gusta la música italiana. No, no, me gusta de todo, la verdad.
– Ahora, ya retiradas, ¿cómo es la vida después del tenis?
FP- Nosotras somos mamás de tres hijos…
GD- Nuestros hijos son chiquitos, aún, y ocupan mucho de nuestro tiempo. Así que yo trabajo y voy haciendo algunas cosas por mí, de vez en cuando.
FP- Yo también, con tres hijos y trabajando mucho en casa, con ellos. Pero, gracias a Dios, hace dos años que trabajo para la televisión italiana Sky Sport, así que cuando tengo que viajar, si puedo, me los llevo conmigo a algunos torneos. He jugado las Leyendas en Roland Garros y Wimbledon y doy charlas motivacionales para empresas.
Es cierto, Flavia y Gisela tienen tres hijos cada una. Mateo (12), Antonella (10) y Daniele (7), por parte de la argentina, y Federico (8), Farah (6) y Flaminia (3) son los de la italiana.
– ¿Extrañan algo, les gustaría volver?
FP- El tiempo ha pasado súper rápido y cambiaron mil cosas, pero cuando he vuelto a pisar este sitio me he emocionado un montón. Me vinieron muchos momentos a la mente. El jueves me llevaron a jugar el Night of Stars y me temblaba todo. ¡Sí! Peor que en la final acá, que casi vomito. Fue un momento histórico.
GD- La verdad es que ninguna de las dos pensó en llegar a tocar la cima del ranking. Empezamos a jugar dobles porque la pasábamos muy bien juntas, adentro y afuera de la cancha.
La adopción de 7 hábitos matutinos que favorecen la salud y la longevidad
GD- Nosotras dos tenemos una conexión brutal. Antes y ahora, hay veces que ella piensa una cosa y yo la misma. Es raro.
FP- Hubo una situación que, ahora, resulta muy graciosa recordarla. Una vez, casi me peleo con una chica por defender a mi amiga.
GD- Es cierto, en medio de un partido, una de las rivales me dijo algo feo y Flavia se fue muy enojada hacia adelante. Mientras con su raqueta golpeaba la red le gritaba “¡Vieni qua!”. La tuve que frenar para que no cruzara la red.
FP- Pero, yo también le hacía muchas cosas a ella. Un día de lluvia en Miami la dejé empapada afuera del auto, y después ella se enfermó, pero igual ganamos el torneo.
– ¿Volverían a vivir en este mundo del tenis?
FP- Sí, aunque fue duro llegar ahí, no fue un camino fácil. Cuando llegas ya es más bonito todo, pero el camino para obtener resultados… siempre se ve lo lindo, pero detrás hay mucho esfuerzo. No cambiaría nada.
GD- Ojalá nos hubiéramos encontrado antes y hubiéramos jugado más años juntas.
Gisela y Flavia siguen sonriendo, se levantan para ingresar al estadio. Los medios se han puesto en línea para celebrarlas, la dupla N° 1 del mundo que incluyó a una argentina. Una pareja que trascendió más allá de su belleza y lo hizo a través de sus triunfos.
