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Skateparks: hay 14 pistas para hacer deporte
La puesta en valor y ampliación de las infraestructuras donde practicar disciplinas de patinaje permite a miles de vecinos ejercitarse, entrenar y disfrutar a diario en los espacios verdes del territorio porteño.
Buenos Aires concentra un destacado número de aficionados al skate, tanto profesionales como amateurs. En respuesta a las necesidades de los deportistas, la Ciudad ofrece un amplio abanico de espacios donde entrenar o disfrutar en comunidad de las distintas modalidades del patinaje en plazas y parques de los distintos barrios
“Año tras año avanzamos en la mejora y ampliación de la infraestructura deportiva que ofrecemos en nuestros espacios verdes; el objetivo es brindar a nuestros vecinos espacios de calidad para la práctica de deportes y para el disfrute en familia”, señaló Julia Domeniconi, secretaria de Atención Ciudadana y Gestión Comunal de la Ciudad. “Contamos con cerca de 500 instalaciones para fomentar el deporte en todas las comunas, y el skate y las distintas modalidades del patinaje no son una excepción”, agregó.
Los denominados skateparks o pistas de patinaje o deslizamiento son superficies patinables con una combinación de estructuras y ‘obstáculos’ tales como rampas y zonas planas que en ocasiones pueden incluir elementos como barandillas, bordes y/o cajones aptos para la práctica del deporte.
Tras la reciente inauguración de un nuevo skatepark en Villa Luro, en la ciudad funcionan 14 pistas de patinaje, que se incrementarán a 15 con la construcción en marcha de un nuevo skatepark en el Dique 2. También se realizaron mejoras en las pistas de Plaza Maimónides, en la Comuna 2, y Paseo de las Américas, en la 13.
La pista de nueva apertura en Villa Luro se ubica en el bajo autopista de la AU Perito Moreno, en un sector comprendido entre la Avenida Rivadavia y las calles Cervantes, Pedro Calderón de la Barca y el Pasaje Amigos de las Artes. Impulsado por la Secretaría de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad, el espacio cuenta con cinco bowls de diferentes alturas para los distintos niveles de práctica del deporte (profesional, intermedio y amateur), con un área de street con obstáculos a nivel del piso y tramos inclinados y otro sector de skate adaptado para personas con movilidad reducida que utilizan silla de ruedas con arnés o skate con manubrio. “El proyecto también incluyó la generación de canteros con vegetación para brindar sombra, la incorporación de arbolado en el sector del pasaje gastronómico y riego”, señaló el área.
Entre 2022 y 2023, también fueron objeto de diversas puestas en valor las instalaciones de Parque Alberdi (Comuna 9), Plazoleta Romeo Raffo Bonta (Comuna 11), Parque Extremo y Plaza General Francisco Ramirez (Comuna 13) y Plaza Haití (Comuna 14), espacios que reúnen a diario a un amplio número de skaters. A la oferta total se suman las pistas de las plazas La Vuelta de Obligado, Gumersindo González y Paseo del Riachuelo, en la Comuna 4; Parque Centenario (Comuna 6); Plaza Las Toscaneras (Comuna 10); Parque Extremo Saint Tropez (Comuna 13) y Parque 3 de Febrero (Comuna 14).
“Buenos Aires tiene una gran cantidad de pistas muy disfrutables, cada una con su particularidad. Cada pista es un sabor diferente, cambia mucho la experiencia de una a otra y andar en diferentes pistas te hace entender muchísimo el deporte”, opina Pipo Grosso, experimentado deportista que es además coach de skateboard, longskate y slackline y gran conocedor de la oferta de pistas de la ciudad.
“La vida de los skateparks reúne a gente de todo tipo y edades. Son espacios que unen a la comunidad de la zona. Allí todos comparten, no es algo competitivo, y todo el mundo se celebra en el truco del otro”, agrega el deportista, quien ha sido siete veces campeón argentino de streetboard/pivotskate y que suele elegir Plaza Haití para sus prácticas. “A partir de las 8 ya empieza a llegar gente, gente más adulta que trabaja y que va a la pista temprano, pero también vienen personas que realizan otros deportes. En Haití llegan a juntarse unas 300 personas diarias los días de semana. La gente pasa una hora y se va, hay momentos más llenos que otros, van rotando los usuarios”, señala.
Lucas Ledebur, mejor conocido como “Kumpa”, tiene 23 años y es otro gran conocedor del mapa del skate porteño. De los skateparks de la ciudad, comenta: “Está bueno que todos son diferentes y está buenísimo que haya pistas y que se sigan haciendo más. Es un re espacio para que los pibes practiquen y aprendan todo lo que quieran hablando de skate”. Lucas es un habitué de Plazoleta Maimónides, “Nosotros la llamamos ‘la Husa’, porque está frente a Plaza Houssay. Yo practico ahí porque es el lugar que me queda más cómodo, es bastante céntrico, está cerca de todo y siempre hay gente andando”, añade.
Parque Extremo Saint Tropez alberga una de las pistas más amplias de la capital. El diseño incluye senderos para poder patinar para los iniciantes y distintos sectores: uno muy amplio de park bowl, otro de street, barandas, un bowl pequeño abierto y lo que en la disciplina se conoce como un mini ‘ramp con spine’, una pequeña media tubería y transiciones. “Tiene estacionamiento, buenos baños, bebederos y es un lugar muy amplio al lado del río, un detalle no menor”, comenta Pipo. Pachá Park es el nombre por el que se conoce entre los aficionados a la pista de Saint Tropez, por su cercanía al boliche del mismo nombre de Costanera Norte.
Plaza Haití posee la particularidad y ventaja de que cuenta con sombra en las áreas donde se ubican los ‘obstáculos’, donde los skaters realizan sus hazañas. Tiene asimismo un bebedero al lado de la pista y baños, además de una zona para estacionar. “Por cercanía, por sus muchas características y porque el lugar está buenísimo, suelo ir ahí”, cuenta Grosso, quien prefiere este espacio “por el tipo de rampas, el slack park y, entre otras cosas, las cintas de slackline para hacer equilibrio, que te empodera para el skate o para cualquier deporte. Es un lugar alejado del centro, más tranquilo, a diferencia de otros como Plazoleta Maimónides, que tiene un ambiente más familiar”, agrega.
Jorge Amarilla, conocido como Ladas, es embajador del deporte en la Ciudad y uno de los encargados del relevamiento en curso sobre los skateparks porteños. A sus 46 años, es otro incondicional de Plaza Haití. “Por el lugar, por dónde está ubicado, el verde que tiene alrededor y porque la pista está muy bien. Tiene mucho reparo, nunca hay viento, hay sombra en verano por la posición del sol y el ambiente es muy familiar, es hermosa por lo familiar que es”, dice.
“El skate acá tiene una historia muy importante. Además, ha mutando la edad de los practicantes: hay gente muy grande patinando, de 60 años, y también muchos niños, los padres skaters los hacen probar el skate ni bien caminan, por ejemplo mi hija, y hoy en día los chicos que ganan medallas son niños de 13 o 14 años. Bajó el rango de edad profesional, antes era de 18 o 19, y es por la cantidad de niños que hay, la información y las pistas que hay para su desarrollo”, opina Jorge sobre las tendencias actuales, que suman a un ingente número de practicantes mujeres, a diferencia de otras épocas.
Parque Extremo es el más amplio y uno de los más alabados por los deportistas por su emplazamiento y sus rampas de distintos niveles. Otros destacan asimismo el ambiente que se genera en espacios como los skateparks de Mataderos o Barracas. En Alcorta y Pampa, el skatepark de Paseo de las Américas es conocido como el Converse, por el padrinazgo de la marca, y se enfoca más hacia la modalidad del streetpark, que simula la calle con barandas, bordes y rampas con planos inclinados.
“Un skatepark no es solo un lugar donde practicar skate: vienen chicos de skate, de roller skate y de otros tipos de patines, pibes en bicicleta. Muchos deportes se practican en los skateparks. La palabra skatepark significa parque de deslizamiento urbano, que están en las ciudades. Y Buenos Aires tiene una linda oferta de pistas que se pueden usar”, concluye Pipo Grosso.
Junto a la puesta en valor de las pistas de skate, el Gobierno porteño consolida sus espacios con mejoras y nuevas apuestas por equipamientos deportivos en sus plazas y parques. La ciudad registra en sus espacios verdes 291 postas aeróbicas, con circuitos de calistenia y aparatos de gimnasia para la tercera edad, y 193 áreas deportivas que abarcan canchas, pistas y playones de fútbol, fútbol/básquet, básquet, fútbol-tenis, vóley, mini fútbol, patinaje, parkour, metegol, skate, bochas y ping-pong