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La práctica de ejercicio alivia los síntomas de ansiedad
Los expertos creen que debería valorarse la prescripción de actividades físicas
La ansiedad es uno de los trastornos más comunes hoy en día, y encontrar maneras de tratarlo de forma sencilla y eficaz no es nada sencillo. Un estudio de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) ha descubierto que el ejercicio moderado o extenuante puede ayudar a aliviar los síntomas de la ansiedad.
La investigación, que se ha dado a conocer en el Journal of Affective Disorders, se ha centrado en analizar los efectos de 12 semanas de ejercicio moderado o extenuante en 286 pacientes con 39 años de promedio y que tenían un diagnóstico de ansiedad, la mitad de ellos llevaban 10 años con este trastorno. Los resultados tras tres meses de entrenamientos de 60 minutos tres veces a la semana indicaron que la mayoría de los participantes pasaron de tener un nivel inicial de ansiedad moderada o alta a uno de nivel bajo. Concretamente, los síntomas se redujeron significativamente incluso en aquellos cuya condición era crónica.
Las actividades realizadas por los participantes incluían entrenamiento cardiovascular –ejercicio aeróbico– y de fuerza, sumado a un calentamiento previo, y enfriamiento y estiramientos posteriores. “Hubo una tendencia de intensidad significativa hacia la mejora, es decir, cuanto más intensamente se ejercitaban, más mejoraban sus síntomas de ansiedad”, indica Malin Henriksson, primera autora de la investigación.
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Los participantes del grupo de ejercicio a nivel moderado debían alcanzar alrededor del 60% de su frecuencia cardíaca máxima, un grado de esfuerzo considerado como leve o moderado. En el grupo que entrenó más intensamente, su objetivo fue el 75% de la frecuencia cardíaca máxima, percibiendo este esfuerzo como alto. Hasta ahora los tratamientos para la ansiedad están basados en terapias cognitivo-conductuales y medicamentos psicotrópicos. No obstante, estos fármacos suelen provocar efectos secundarios y no siempre tienen buenos resultados en los pacientes, además las terapias, en general, cuentan con largos periodos de lista de espera.
Con los resultados de este estudio se abre una posible vía de tratamiento de la ansiedad mediante el ejercicio, que no tiene efectos secundarios y que resulta sencillo de hacer. Por ello, los investigadores creen que debería valorarse la prescripción de este tipo de actividades para reducir la incidencia de la ansiedad en la población mundial.
NT