Las Williams en Argentina

Son las distintas del circuito. Su notable potencia y sus llamativos físicos fueron las características que revolucionaron al circuito de la WTA. Sobresalieron, también, por el hecho de ser hermanas (con diferencia de dos años) y cuando brillaron en simultáneo lograron un 1-2 con claras diferencias sobre el resto. Por primera vez, los argentinos podrán disfrutar de estas dos grandes figuras de la historia: las hermanas Williams aterrizarán en Ezeiza cerca de las 11 de la mañana del viernes en un vuelo de American Airlines. Un día después harán una exhibición en un colmado Buenos Aires Lawn Tennis.

Por el año arrollador que tuvo, por ser la Nº 1 del mundo y por resaltar con un perfil más alto que el de su hermana, Serena será la que atraiga todas las miradas. A los 31 años está más enfocada que nunca en ganar todo y en seguir rompiendo récords. En 2013 se llevó 78 de 82 partidos y prácticamente no encontró oposición. La realidad es clara: prevalece por su aceleración, movilidad y soltura.

A los 33, Venus no atraviesa el mejor momento, aunque representa una amenaza para las mejores rankeadas al venir más relegada (47ª) y lograr victorias interesantes. La nacida en California, de 1,85 metro, empezó como profesional a los ¡14 años! y supo ser la reina a principio del 2000.

Sin embargo, las Williams debieron superar trabas, que no les permitió una supremacía continua. Estaban un escalón por encima y parecía que sólo las cuestiones extradeportivas podían frenarlas. En el 2003 sufrieron por la pérdida de su hermana mayor, Yutende Price, quien fue asesinada a balazos. En medio de esta crisis se sumó la separación de sus padres. Esto hizo que Venus tomara distancia de la actividad. Un año después, Serena debió alejarse por una lesión en la rodilla izquierda. Entre el 2004 y el 2008 fueron años de sequía para las yanquis.

Otros serios problemas de salud las aquejaron más adelante: Serena padeció una embolia pulmonar agravada por cortes en sus pies que sufrió al pisar vidrios en un restaurant en el 2010. “Estuve en mi lecho de muerte”, llegó a decir quien se sometió a cirugía y pudo regresar en 2011. Justo ese año fue doloroso para Venus: la afectó el Síndrome de Sjögren, enfermedad que le provocó dolor e hinchazón en las articulaciones, extrema fatiga y sequedad en las glándulas de secreción.

Cruzaron los contratiempos y son felices de nuevo en una cancha. Cada una desde su nivel -Venus está más atrás- exhibiendo su potencial y demostrando por qué las dos son diferentes. Así marcaron una era en el tenis.