Correr de día o de noche incide en el humor femenino

Una decisión que puede parecer tan trivial como elegir la hora a la que preferimos correr puede cambiarnos el día completo: nos enojamos o nos alegramos. ¿Quieres saber por qué miles de mujeres ahora corren con luz?

¿Por qué las mujeres preferimos correr de día? Muy simple, porque alguna vez se nos ocurrió hacerlo de noche y nos dimos cuenta que toda esa felicidad que sudamos gracias al deporte nos duró menos que todo el trayecto recorrido. ¿Por qué? Porque después de un día terrible en la oficina salimos a gastar energía y eliminamos toda la mala onda acumulada, pero llegamos a casa sin luz y nos damos cuenta que ya es hora de acostarse para mañana empezar un nuevo y rutinario día de trabajo, en ese instante se nos va toda la inspiración y alegría acumulada.

A la mañana siguiente nos levantamos, nos probamos mil veces el closet completo, nos maquillamos, nos peinamos y llegamos a la oficina completamente desapercibidas, sobre todo para él, el compañero que nos gusta y que nos es capaz de levantar la cabeza un segundo para mirarnos. El único que nos ve es nuestro jefe que llega con una pila de trabajo para ayer.

El único consuelo que nos queda en ese momento de infelicidad es la barra de chocolate más grande que encontremos para tragarnos nuestras penas. Cuando la probamos viene la culpa terrible y decimos: “tengo que salir a correr hoy, no tengo otra opción”. Nuevamente nos calzamos el buzo y salimos en la noche, estamos de lo mejor cuando nos topamos con dos modelitos de exportación que nos pasan corriendo. Al lado de ellas nos vemos terribles y gordísimas, a ese paso no vamos a lograr nunca la meta del verano. ¡No puede ser!

Volvemos derrotadas a la casa, entonces decidimos que lo mejor es hacer deporte en la mañana. Al otro día el despertador suena antes, nos levantamos y salimos a correr. Volvemos y ya no queda tiempo para probarnos el closet completo (qué bueno), salimos de buen humor de la casa, llegamos a la oficina y recibimos los miles de papeles del jefe con otra actitud (ya no necesitamos el chocolate consolador), nuestro compañero nos nos mira y nos da lo mismo. Hoy será un buen día porque lo empezamos de manera positiva y con ejercicio, qué mejor.

Por eso lo mejor es correr en las mañanas.