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Siempre Serena
La menor de las Williams la tuvo complicada en la final ante Azarenka, pero levantó y terminó festejando su cuarto US Open. Fue 6-2, 2-6 y 7-5 ante la número 1 del mundo.
Hasta ahora, en su andar hacia la final, nunca había cedido ni siquiera un set. Sin embargo, Serena Williams sabía que Victoria Azarenka, la número 1 del mundo, no sería un rival más en su camino por conquistar su cuarto US Open. Y, a pesar de que tuvo que batallar, terminó siendo profeta en su tierra por 6-2, 2-6 y 7-5.
Serena ya había conquistado este Grand Slam en 1999, 2002 y 2008, aunque venía de perder la final en 2011, ante Stosur. Por eso, los fantasmas inundaron el cuerpo de la estadounidense cuando Azarenka se puso 5-4 arriba en el tercero, con su saque. Pero logró quebrar en el momento justo, y después se lo llevó por 7-5.
Heroica remontada de Serena para seguir escribiendo capítulos en su historia grande con el tenis. Esta vez, le demostró a Azarenka, la mejor del momento, que no acumuló experiencia en vano.