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Leona: Valentina Raposo, de 19 años, jugará dos mundiales en 2022
Además participó en Tokio 2020 y se convirtió en subcampeona
Valentina Raposo experimentó un giro total en su vida. Se mudó, cambió su rutina y se animó a jugar. Nacida en Salta, Valentina de 19 años participó en Tokio 2020, obteniendo su medalla de plata. Además este año participará en el Mundial Junior de hockey femenino en Sudáfrica con las Leoncitas y el Mundial mayor junto a las Leonas.
“Este último mes fue cayéndome todo lo que pasó. Me puse a pensar y a veces todavía sigo sin creer. Cuando era chica mi sueño era estar en las Leonas, ¡pero nunca pensé que se daría así de rápido! Y es hermoso; estoy muy contenta. Fue increíble todo lo que me pasó. Ya el hecho de empezar a entrenarse con ellas fue como un flash para mí, y después ir quedando en las diferentes concentraciones, en las giras, fue inesperado. Conocí lugares increíbles, y todo en menos de un año. ¡Encima jugando al hockey! Un combo hermoso”, describe su 2021 la jugadora que acaba de cumplir 19 años. “Y después quedar en la lista de los Juegos Olímpicos… Eso fue un plus enorme, que no esperaba”, se complace.
Fueron su visión de juego, su temple a la hora de quitar bochas y la potencia de sus pases lo que llamó la atención del seleccionador Carlos “Chapa” Retegui. En aquel momento, la defensora organizaba sus semanas entre los entrenamientos en su club (Popeye), las convocatorias al seleccionado sub 21 y sus estudios secundarios. En un partido amistoso del combinado de las Leoncitas frente a India, preparatorio para el Panamericano clasificatorio para el Mundial de la categoría, su conversión de un córner corto terminó por convencer al entrenador.
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Pero fue en enero de 2020 cuando recibió su primera convocatoria a la selección mayor. Unos días más tarde hizo su debut con un puñado de minutos en la Pro League contra Alemania. Viajó a Estados Unidos, Córdoba, Cariló y España. Se entrenó en dos y tres turnos. Dedicó todo el año a ponerse a tope, a adaptarse a otro estilo de juego, de dinámica y velocidad. Fue un año de aprendizajes, sorpresas y encuentros. Compartió habitación con las jugadoras más experimentadas, escuchó sus consejos y los aplicó.
Finalmente a sus 18 años, 6 meses y 9 días tuvo su estreno olímpico. No lo esperaba, si bien siempre lo soñó. Apenas dos partidos oficiales había jugado antes de Tokio 2020. Un torbellino de sensaciones tomó su cuerpo, pero ella, calma, sensata y convencida, supo manejar los nervios y la ansiedad. Le dio espacio al disfrute y tomó todas las situaciones con idea de crecer. Así potenció sus cualidades y se llenó de coraje. Aprendió de errores, volvió a sus bases y en su primera excursión olímpica se colgó su primera medalla plateada.
NT