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Salud

La terapia del futuro

Los deportistas recurren a las nuevas tendencias con el objetivo de prevenir las lesiones y acortar los plazos de recuperación en el caso de sufrirlas

Ya no hay agua milagrosa en los botiquines y el reflex apenas se utiliza, conceptos de otros tiempos. El yeso de toda la vida en el tratamiento de las fracturas de los huesos se ha reducido notablemente y los deportistas no se visten con calentadores ni tampoco con aparatosas vendas. Avanza la medicina a una velocidad asombrosa y abundan las nuevas técnicas, frecuentes los esparadrapos elásticos de colores, la osteopatía o la magnetoterapia en las lesiones de hoy. Terapias futuristas aplicadas en el presente.

David Villa se rompió la tibia el 15 de diciembre y se le espera para abril o mayo, un periodo de baja de entre cuatro o cinco meses. Obsesionado con la Eurocopa, ilusionado también ante la posibilidad de disputar la final de la Liga de Campeones siempre y cuando el Barcelona acuda a la cita de Múnich, empezó a trabajar tan pronto salió del quirófano. Seis horas cada día de esfuerzo para volver cuanto antes, seis horas de sudor y esfuerzo. Le acompaña una máquina de magnetoterapia, un mueble más en su casa que cobra un protagonismo fundamental para su recuperación.

Por desconocida para el gran público, la gente se pregunta en qué consiste esa técnica y responde el propio delantero en su blog: «El primer objetivo marcado en esta recuperación es conseguir que la tibia se suelde cuanto antes. Y en eso está ayudando esta máquina: gracias a ella se estimula una mayor asimilación de calcio, un factor que resulta muy importante para que los huesos se refuercen. En este caso, esa mayor asimilación de calcio ayuda a que el hueso se suelde en un menor tiempo», escribe el asturiano.

La magnetoterapia, cuentan los servicios médicos del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat, no es algo nuevo y otros deportistas, como Valentino Rossi cuando sufrió fractura de tibia y peroné, han recurrido a ella. Implica el uso de campos magnéticos estáticos o permanentes sobre el cuerpo y tiene como uno de sus principales efectos el de acelerar el crecimiento celular, aumentado así la cantidad de glóbulos rojos y blancos en la zona dañada. Todo esto repercute de forma positiva en la zona dañada, ya que es un regenerador de los tejidos y agiliza la remodelación ósea. «En definitiva —dicen los especialistas del CAR—, hay un objetivo concreto: acortar los plazos y que el tejido tenga más calidad».

Esta misma semana, David Villa ha colgado una foto en las redes sociales vestido de corto y abrazado a Xavi y Puyol en el vestuario de la ciudad deportiva del Barcelona. Aparecía sin yeso y sólo unos apósitos revelaban que está lesionado de gravedad. «Ahora, con la osteosíntesis, se le da rigidez al hueso», cuentan los médicos. «Y es más confortable porque son lesiones largas y estar cuatro meses con escayola, además de ser molesto, implica que las articulaciones vecinas tengan dificultad para recuperarse de forma rápida. De este modo, también se empieza antes con la actividad y así se estimula al hueso». La osteosíntesis es un tratamiento quirúrgico de fracturas, en el que éstas son reducidas y fijadas en forma estable. Para ello se utiliza la implantación de diferentes dispositivos tales como placas, clavos o tornillos.

Los deportistas, por norma, asimilan muy bien las terapias más novedosas del mercado porque sus tejidos acostumbran a tener muy buena calidad y tienen muchas expectativas de curación, casi siempre predispuestos a lo nuevo ya que les ciega volver antes de lo que marca el diagnóstico. Hay muchas técnicas, una para cada lesión, y actualmente se desarrollan numerosos métodos que tienen una notable aceptación. Existen las ondas de choque, «beneficiosas para esas lesiones que no responden al tratamiento más conservador o para fracturas que no consolidan». Está la electroterapia, que se basa en el uso de corrientes eléctricas que ejercen efectos antiinflamatorios o analgésicos y potencia la capacidad neuromuscular. También la laserterapia, la hipertemia y otros métodos, aunque se habla en los últimos tiempos de la aplicación de los factores de crecimiento o de plasma rico en plaquetas.

Los factores de crecimiento

Recurre a esa técnica Rafa Nadal para tratar su tendinitis en la consulta del doctor Mikel Sánchez, en Vitoria. Consiste en administrar localmente un concentrado de plasma extraído de su propia sangre al que se le practica un centrifugado y se coge la fracción más rica en plaquetas. «El plasma y las plaquetas favorecen desde el punto de vista antiinflamatorio y regenerativo. Además, no tiene efectos secundarios, es un producto autólogo. Es muy eficaz», aceptan desde el CAR.

Son técnicas que se producen a posteriori, pero una lesión en un deportista tiene un ciclo de vida marcado por una serie de etapas, todas igual de importantes: prevención, diagnóstico, tratamiento y recuperación. «La mejor prevención es tener una buena condición física», resume de forma simple el jefe de los servicios médicos de un club de fútbol de Primera división. «Comer bien, recuperar, descansar, estirar de forma adecuada, no acumular mucha carga… Parece obvio, pero es fundamental».

La prevención, efectivamente, es básica y hay mucho trabajo detrás con la ayuda de fisioterapeutas y recuperadores. Para mejorar la salud de los deportistas se aplican tendencias que van desde las cámaras hiperbáricas a la crioterapia, una tortura que funciona muy bien. Es la aplicación de frío extremo y reduce las inflamaciones, un recuperador ideal después del esfuerzo que tiene un efecto anestésico y que a su vez sirve como tonificante muscular.

En definitiva, la medicina avanza sin cesar con técnicas para reducir los tiempos de recuperación de los atletas. Terapias del futuro para volver pronto y mejor que antes.

Nuevas técnicas y conceptos:

Magnetoterapia: Con esta técnica se estimula una mayor asimilación de calcio, un factor que resulta muy importante para que los huesos se refuercen. En este caso, esa mayor asimilación de calcio ayuda a que el hueso se suelde en un menor tiempo. David Villa, que sufre una fractura de tibia, recurre a este método.
Crioterapia: Consiste en la aplicación de frío. La escuela polaca llevó esta práctica al extremo con temperaturas de hasta 180 grados bajo cero. Tiene un gran poder antiinflamatorio y sirve como recuperador después del esfuerzo. Tonifica los músculos. Efecto anestésico.
Huevo a presión: El tenista Novak Djokovic utilizó este invento que cuesta cerca de 60.000 euros. A diferencia de las cámaras hiperbáricas, el huevo es hipobárico y utiliza una válvula y vacío para simular una gran altitud, además de comprimir los músculos a intervalos regulares. Incrementa la capacidad atlética.
Aire puro: Esta burbuja es un espacio móvil que, mediante su arquitectura y sus sistemas de impulsión, permite que al entrar en su interior se respire aire puro al 99,995% —libre de partículas contaminantes, agentes víricos, bacteriológicos y alergénicos— mientras se realiza cualquier otra actividad.
Plasma rico en plaquetas: Consiste en administrar localmente un concentrado de plasma extraído de la propia sangre del paciente a la que se practica un centrifugado, del que se coge la fracción más rica en plaquetas. Favorece desde el punto de vista antiinflamatorio y regenerativo. Además, no tiene efectos secundarios. Nadal recurre a esta técnica.

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