Salud
¿ Cómo evitar comer de más ?
La motivación por ingerir comidas en exceso puede tener su base en situaciones por fuera de la propia dieta. Dormir bien y tomar agua, las claves para no cruzar el límite
Hay investigaciones que encontraron una de las respuestas más buscadas por la ciencia: por qué las personas comen de más. El estudio liderado por la nutricionista Ashley N. Gearhardt de la Universidad de Michigan en los Estados Unidos, arrojó como resultado que «comer alimentos ricos en azúcares y grasas en exceso estaría relacionado a la zona del cerebro llamada neostriado. Esta parte sería la encargada de «aumentar el deseo por comer ese tipo de alimentos».
Esta zona del cerebro está relacionada directamente con la función motora y del aprendizaje. Pero según la investigación estadounidense, también se emparentaría con la motivación por comer exageradamente.
Cómo no caer en los excesos alimenticios
Dormir bien
La revista Obesity publicó un estudio en donde se demostró que aquellas personas que sufren de insomnio o duermen pocas horas, ganarán alrededor de 250 calorías al día siguiente. Esto se debe a que cuando el cuerpo se siente cansado y no aparecen las ganas de preparar un plato saludable, se opta por una solución rápida. Muchas veces, lo inmediato es lo perjudicial. Caer en comidas poco nutritivas y altas en azúcar para «recuperar» los niveles de energía puede causar un efecto contrario. Es fundamental dormir entre 7 y 8 horas a diario.
Consumir abundante agua
No abusar de los carbohidratos
Los carbohidratos refinados se digieren muy rápido hasta transformarse en glucosa y funcionan como un acelerador del cerebro. Entonces, una dieta sin frutas y verduras y con alimentos altos en azúcar provocará más ganas de comer al siguiente día. Lo recomendable es optar por carbohidratos como el arroz, cereales y pastas.
Evitar los anuncios que provoquen hambre
Científicos del Instituto de Psiquiatría Max Planck indicaron que ver anuncios de comida por las noches contribuye a la producción de grelina, la hormona que segrega el aparato digestivo y que aparecen altas concentraciones de la misma cuando hay hambre y bajas cuando no hay ganas de comer.
Esta puede transformarse en una razón por la que se decida comer sin estar completamente hambriento. Sucede algo similar cuando se huele un rico plato.